Si veis que ando un poco perdida de este blog, por favor, no dudéis en leerme en Wattpad, bajo el nombre de Fresaconnata. No os defraudaré.

lunes, 26 de octubre de 2015

Octubre.

"Quise escribir poesía para calmar mi rencor, ante el amor todo se enfría y llegó este dolor. Cuando tengo un mal día, las noches son aún peor..."

No puedo más, no puedo más.

¿Por qué has aparecido otra vez en mi vida? Ni siquiera tenías mi número de teléfono...
Me dejaste tirada en el parque, aquel día, ¿recuerdas? ¿Qué quieres ahora? 
Por favor, en serio, por favor, cariño, si vas a entrar y a largarte otra vez.. No, no me hagas esto... No puedo. Te quiero demasiado, eso no ha cambiado. O quizás sí. Pero el otro también se ha ido, ¿lo sabías?

Me encanta fingir, nótese la ironía. 

El otro volvió a aparecer, un solo roce, pero no he aguantado más y la que ha ido desapareciendo de su vida he sido yo.


Hoy llueve, esta entrada la empecé hace tiempo, pero necesito escribir, mi mente me lo pide con desespero y niega que esta vez la frene.


Hace casi dos semanas, te envié un mensaje definitivo, aclarándote casi todo lo que tenía y tengo en mi mente, amor. Tenía la fuerza suficiente como para escribirlo y enviártelo sin ponerme a tiritar o echarme a temblar, al contrario, intenté tomármelo a risa.

Quizás la esquina de la página quede marcada, pero intento pensar que lo que sea, será. Y si no eres tú, me temo que más, yo no puedo hacer. 

Lo siento, mi niño. Quizás mi verdadero amor, el que luche conmigo y por mí, y se quede a mi lado hasta el último de mis días no tenga tu nombre y apellidos, ni tenga tus ojos tímidos, ni la mirada más bonita en la que me he perdido y deseado no encontrarme, de momento, quizás no tenga ese pelo en el que enredaba mis dedos en un beso intenso, ni esos labios siempre serios hasta que se encontraban con los míos y suspiraba de felicidad al sentir besar una sonrisa tuya. Quizás no tenga unas manos que mientras sus palabras recalcan que no nos ven futuro, no me sueltan y temen dejar de sostener las mías, ni tenga sus puntos débiles de cosquillas donde tuve que buscar toda una tarde hasta dar con ellos dos. 


Odio los días que llueven, cariño, los odio con toda mi alma, en estos días mirabas al cielo y buscabas un resquicio de sol mientras me secabas las lágrimas


Ay, ¡qué mal se me da engañarme a mí misma! 


Llueve, llueve y llueve y tengo las manos heladas, ¿y qué más da? Hoy me viste contenta, no eres capaz de comprobar lo que me faltas, entren o salgan personas, piensen o no en mí, piense o no en ellos, sueñen o no conmigo...


Déjame escribirte algo que daría un mundo por enviártelo una vez más en el pasado y tener tu respuesta sorprendida por no esperártelo en una conversación en la que no tenía nada que ver...

Te quiero.



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